La calle era popularmente conocida como “El Callejón del Diablo” pues cuentan que quien pasaba por ahí veía al diablo 24 horas después, por eso muy pocos transitaban por ese lugar.
Este proyecto fue posible gracias al financiamiento del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile, Región de O’Higgins.