La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, presentó la nueva norma lumínica que regirá a lo largo de todo el país y que regulará, por primera vez, los avisos y letreros publicitarios para disminuir los impactos negativos que pueden generar a la salud de las personas al, por ejemplo, afectar el sueño.
En una actividad realizada en la Plaza de la Aviación de Providencia, la ministra Rojas, acompañada de la jefa de Fiscalización de la Superintendencia del Medio Ambiente, Claudia Pastore, explicó que la norma exigirá que a partir de la 00:00 horas y hasta las 07:00 de la mañana, las pantallas permanezcan apagadas.
Además, para las nuevas pantallas que se instalen se les exigirá un límite de emisión. Asimismo, establecerá mejoras para el alumbrado de exteriores como el de calles, plazas, industrias, estadios y canchas de barrio.
Detalles de la norma Dado que la luz blanca fría es la más contaminante, la nueva norma lumínica impulsará la transición hacia el uso de la luz cálida, con restricción en la emisión de luz azul. Se contará con límites diferenciados para todo el país y para las denominadas Áreas de Protección Especial. Estás zonas especiales serán tres.
Primero, las con valor para la observación astronómica con fines de investigación científica. Segundo, áreas de Protección de Biodiversidad o Áreas Protegidas como Parques Nacionales, Reservas, Santuarios de la Naturaleza, entre otros. Tercero, zonas de reproducción y comunas con mayor impacto en especies amenazadas por la contaminación lumínica, señaladas expresamente en un Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (Plan RECOGE), elaborado por el Ministerio del Medio Ambiente.
La contaminación lumínica es producida por la luminosidad artificial, que, por su distribución espacial, niveles o color produce impactos en la observación del cielo nocturno, en la biodiversidad y en la salud de las personas.
Algunas expresiones más comunes de la contaminación lumínica son el brillo del cielo sobre las ciudades, la luz que ingresa desde la calle a un dormitorio, un cartel publicitario que encandila a los conductores y transeúntes, entre otros.
Producto de esta contaminación, cerca del 83% de la población mundial viven bajos cielos contaminados y en Chile, solo el 1% de la población vive en zonas con cielos oscuros. Además, se estima que la contaminación lumínica aumenta en un 2% anualmente.