Esta murga, inspirada en el estilo uruguayo y la música latinoamericana, con voces femeninas y una banda en vivo, remonta sus inicios en 2015 pero con una formación más estable desde 2020 en Santiago. Una de las particularidades de “La Corre y Vuela” es la integración de la lengua de señas en su espectáculo, una decisión que consideran un gesto político y de inclusión significativo en el mundo del arte.
Victoria Núñez, directora general, enfatizó el esfuerzo por coordinar a un grupo numeroso, pero resaltó la importancia de trabajar con un objetivo común y creer en lo que hacen. Su última presentación, titulada “A lo humano en canción”, les permitió compartir arte de forma inclusiva y comunitaria, resaltando la resistencia, convirtiéndose en un espacio familiar donde 11 padres y madres trabajan con sus hijos, integrando el arte y el compañerismo en cada presentación.