Ante los incendios forestales que afectan a las regiones de Valparaíso, O’Higgins y Maule, la Dirección del Trabajo emite consideraciones importantes sobre los derechos laborales de los trabajadores en estas zonas.
En primer lugar, se reconoce que cualquier trabajador que se vea afectado por las secuelas humanas o materiales de los incendios y que, según el sentido común, necesite permanecer con su familia o en su lugar de residencia, albergue u hogares de familiares, o no cuente con condiciones seguras de traslado, tendrá justificación para no asistir a cumplir sus obligaciones laborales durante el tiempo que persistan esas condiciones.
En situaciones más extremas, como el fallecimiento de un pariente cercano, el artículo 66 del Código del Trabajo establece derechos específicos para los trabajadores. Por ejemplo, en caso de la muerte de un hijo, se concede un permiso pagado de diez días corridos, adicional al feriado anual.
Los empleadores tienen la responsabilidad de garantizar condiciones de trabajo seguras, evaluando si las instalaciones empresariales en las zonas afectadas pueden operar sin poner en riesgo la seguridad de los trabajadores. Asimismo, deben asegurar condiciones mínimas de salubridad, como el suministro de agua potable.
En el caso de evacuaciones decretadas por las autoridades, los empleadores están obligados a permitir la salida inmediata de los trabajadores, siguiendo los protocolos de emergencia establecidos. El incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear sanciones por parte de los servicios fiscalizadores.
Respecto a la terminación de contratos por caso fortuito o fuerza mayor, esta medida solo procede cuando se cumplen todos los requisitos legales y se demuestra la imposibilidad total y absoluta de seguir otorgando el trabajo convenido.
Para los voluntarios/as del Cuerpo de Bomberos, se destaca que, según el artículo 66 del Código del Trabajo, pueden concurrir a emergencias sin poner en riesgo su fuente laboral ni sus remuneraciones habituales.
La Dirección del Trabajo hace un llamado a los empleadores a actuar con responsabilidad, sentido común y solidaridad en estos momentos difíciles, buscando resguardar tanto la seguridad como los derechos de los trabajadores afectados por los incendios.