Son llamados de atención, pero no por eso deben ser catalogados como “pataletas” o “mañas” de los adolescentes, pues detrás de los cortes, trastornos alimenticios, entre otras conductas autoflagelantes existe una petición de ayuda y un intento por controlar las emociones que, durante la adolescencia, se ven en descontrol.
Los ideales y las demandas de los adolescentes no son las mismas de hace treinta años atrás, y estos problemas se generan por un ambiente escolar hostil o incluso dentro del mismo hogar, sin darnos cuenta. De no tomar acciones a tiempo, estas conductas pueden generar un daño y consecuencias mayores.