Luego de una velatón-homenaje en el teatro municipal, el féretro del destacado actor, director, dramaturgo y pedagogo teatral fue trasladado a la basílica Santa Ana de Rengo, donde se realizó una misa en su memoria. Finalmente, una comparsa de música y teatro lo acompañó hacia el cementerio Católico de Rengo.
Con música y cantos Rengo despidió al pedagogo teatral, actor, director de teatro y dramaturgo Hernán Quintanilla Méndez, quien falleció la tarde del 24 de diciembre producto de un cáncer, a la edad de 83 años Luego de una velatón-homenaje realizada durante todo el sábado, comenzó la última función, donde sus restos fueron trasladados desde el Teatro Municipal de Rengo, que desde 2018 lleva su nombre, hacia la basílica Santa Ana de Rengo, donde se realizó una misa en su memoria.
Posteriormente, en el frontis de la Plaza de Rengo, comenzó una comparsa que lo acompañó hacia el cementerio católico de la ciudad donde hizo gran parte de su vida. Chinchineros y músicos se unieron a decenas de actores, quienes volvieron a representar a sus más grandes personajes: desde “Mari Mari”, el cacique Puma, hasta el “Nano”, inspirado en la propia vida de Quintanilla.
“El teatro sana, el teatro salva” fue una de las frases de Quintanilla que se tomó la comparsa, en homenaje a quien inspiró a generaciones de artistas, gestores culturales y, sobre todo, personas, durante sus más de 60 años de trayectoria, dejando una huella imborrable en la comunidad Renguina y, en general, en el mundo de la cultura y las artes. Uno de ellos fue Jaime Leiva, de 33 años, quien tras egresar de la compañía de teatro del Colegio Asunción, estudió Teatro en la Universidad Arcis y desde entonces se ha convertido en un imprescindible en la escena teatral nacional.
En el último tiempo ha protagonizado obras como “Los despertares de Marín”, de Bosco Cayo, y “El Nudo”, de Aliocha de la Sotta, la que será parte de la programación de la edición 2022 de Santiago a Mil, entre muchas otras. “Quintanilla significó mucho en mi vida. Siempre quise estudiar en el Teatro del Colegio Asunción y me metí a ese colegio para poder hacer teatro con él. Desde ahí que lo conozco y siento que cada paso que doy en el escenario, cada paso que doy en la vida, está ahí Quintanilla”, señala.
Adrian Cerda fue otro de sus ex alumnos y actualmente se desempeña como productor en el departamento de Cultura de la Municipalidad de Rengo, además de dedicarse al circo, encarnando al payaso Overol. “Él significa muchas cosas para mí. Él me enseñó todo lo que hay detrás del teatro, nos enseñó la humanidad del teatro, para el teatro y con el teatro”, explica.
En tanto, Bárbara Sandoval, estudiante de teatro y ex alumna de Quintanilla en el Teatro del Colegio Asunción (TEA), complementa que “el legado que deja en mí va más allá del teatro, es una cuestión de vida, es una cuestión humana. Cuando él decía ‘el teatro salva’ nos hacía ver la importancia del teatro y las artes en la vida humana.
A mí el teatro me salvó; yo los tiempos en que peor he estado en mi vida han sido cuando he estado lejos del teatro”.