Si bien se indica que entre un 1 y 2% de la población puede sufrir de celiaquía, es mayor la población que no ha sido diagnosticada con esta enfermedad que incluso puede ser asintomática, lo que no quita el daño que pueden sufrir el intestino por el consumo de gluten.
Si bien puede tener beneficios, a la alimentación libre de gluten se le ha atribuido erróneamente la propiedad de facilitar la baja de peso, peor catalogada como una “moda”, cuando en la realidad lo que debiera hacerse es causa común con quienes no pueden consumir alimentos que contengan gluten.