Normalmente no se suele acudir al podólogo, salvo cuando los pies presentan alguna infección o anomalía que requiere ser atendida urgente. En algunos segmentos etáreos existe cierto miedo a mostrar los pies o que estos puedan ser vistos incluso por un especialista, cuando en realidad se recomienda hacer al menos una visita o revisión mensual.
Quienes padecen algunas enfermedades como la diabetes son los que requieren mayor cuidado pues, una pequeña herida de no ser tratada puede convertirse en una amputación o un riesgo letal. Mismo caso ocurre para los más pequeños, sobretodo los deportistas quienes no cuentan con el hábito de cuidarse los pies, formando el conocido “pie de atleta”.
En San Vicente existen los especialistas, y en el estudio conversamos con Inés Cabezas Oviedo quien se destaca por ofrecer sus servicios principalmente a domicilio.