En una ajetreada mañana del miércoles 30 de octubre, la comunidad educativa del Colegio Nehuen realizó sus tradicionales preparativos para la que sería la despedida de cuartos medios de mayor carga emocional.
Cuando el reloj marcó las doce del mediodía en punto, las campanadas dieron el aviso y hoy, los escolares caminarían por última vez por las escaleras del edificio, para ya formar parte de la comunidad de ex-alumnos.
Carga emocional que se vio reflejada cuando junto a los alumnos salientes, se encontraba allí la madre de Tomás Acevedo Olea, quien perteneciera a la comunidad escolar y cuyo trágico destino marcó a la comunidad sanvicentana y al país. Ella y la fotografía de su hijo, permiten decir que Tomás no está ausente.